Cobrarán más y más rápido
En esta nota de opinión, el Dr. Juan Horacio González Gaviola, Superintendente de Riesgos del Trabajo, hace referencia al proyecto presentado en el Congreso Nacional para modificar la ley de riesgos del trabajo.
"Al
proyecto de ley de Reparación de los Daños Derivados de los Accidentes de
Trabajo y Enfermedades Profesionales que se está debatiendo en el Congreso se
lo intenta llevar a un debate entre resarcimiento versus prevención. En la
práctica, esto no es así. Preocupación. A esta sensación suelen apelar quienes
intentan instalar que se está dejando de lado el capítulo sobre la prevención.
Y lo traen como si fuera un tema del cual no nos estuviéramos ocupando. Este
gobierno, dentro de sus políticas de trabajo decente, no está esperando una
nueva ley para tratar la prevención. Lo viene haciendo y con resultados
positivos.
Desde
2003, se modificaron criterios emergentes de la ley y se aplicaron políticas
preventivas, acompañadas con una mejora sustancial en los índices de
siniestralidad. En el trienio 2008-2010 la caída del índice de mortalidad fue
de un 30 por ciento y la de accidentes comunes alrededor de un 22 por ciento,
en un contexto de incorporación de millones de nuevos puestos de trabajo y
crecimiento económico a tasas superiores al 8 por ciento. La política de
prevención está basada en tres pilares fundamentales: formación, reglamentación
e inspección. El primero de carácter formativo, para generar conciencia sobre
la necesidad de tener empleos seguros que no perjudiquen la salud del
trabajador, a través de campañas de capacitación promovidas y efectuadas por la Superintendencia de Riesgos del Trabajo en el ámbito sindical, empresarial y técnico.
El
segundo pilar es el reglamentario, a partir del programa de prevención
secundaria. Todos los años se calcula la siniestralidad promedio de
determinadas actividades, diferenciados por un clasificador internacional. A
las empresas que exceden el promedio de la actividad se las ubica en una
especie de régimen de terapia intensiva con una mayor cantidad de presencias de
los organismos de fiscalización y la
ART. A estos debemos agregarles una nueva etapa más
ambiciosa: el avance en materia de prevención primaria que va al riesgo en su
fuente, trata de minimizarlo o eliminarlo y no espera que se provoque un
accidente.
A
partir de 2009 es obligatorio por parte del empleador la realización de un mapa
de riesgo que implica la detección de todos los riesgos potenciales de cada
establecimiento, acompañado de un plan de mejoramiento. Esta responsabilidad
que, en primera instancia es del empleador, debe ser supervisada por la ART. En caso de
incumplimiento por parte del empleador, se debe denunciar a la SRT
y a través de ella a las provincias para que procedan de acuerdo con sus
facultades. Hoy, toda esta tarea se desarrolla por vía electrónica y en forma
automática. Además, anualmente se realizan más de 700.000 visitas a
establecimientos y se denuncian más de 810.000 puntos de infracción a las
535.000 empresas que hoy están registradas en el sistema.
Una
tarea pendiente es diagnosticar mejor aún las enfermedades profesionales. Hoy
en la práctica están subregistradas y subdiagnosticadas, pero estamos mejorando
los seguimientos de los exámenes preocupacionales y los exámenes periódicos,
habiéndose incrementado la cantidad en los últimos años.
La
tercera parte en la política de prevención es el fortalecimiento del sistema
inspectivo. Desde 2008 se han cuadruplicado los inspectores en materia de
higiene y seguridad. Se niveló su capacitación, y se les dio acceso a bases de
datos y netbooks que permiten orientar su acción en forma programada. Esto
produjo un crecimiento en más de diez veces la cantidad de inspecciones anuales.
En 2007 se coordinaban 2700 inspecciones, en 2012 vamos a terminar con más de
29.000. Pero esto no nos conforma. Estamos convencidos de que se puede hacer
más. No es menor que en un período acotado y en el medio de un crecimiento
económico explosivo, hayamos logrado tener menos accidentes con más gente
trabajando. En la actualidad, Argentina tienen indicadores comparables a los de
muchos países desarrollados.
Otro
tema sustancial es el capítulo de recuperación de la salud. Se atienden
anualmente cerca de 650.000 accidentes. Con un promedio de 30 días de
cobertura, en los cuales el 90 por ciento de los accidentados recupera su salud
en forma integral sin ningún tipo de incapacidad definitiva. Hoy todos los
prestadores están registrados y auditados por médicos de la SRT
en sus establecimientos.
Frente
al proyecto que la
Presidenta envió al Congreso, llama la atención que algunos
planteen como retroceso que un trabajador cobre más y más rápido, en pago único
con actualizaciones semestrales. Es otro paso en las mejoras implementadas en
el mundo del trabajo. Desde 2003, hay más empleo, más registro, mayor
participación del salario en la renta y un incremento en la seguridad con un
menor índice de accidentes y muertes. A su vez esta ley brindará mejores indemnizaciones
y más rápidas. Lo opuesto al texto y al espíritu de la ley 24.557. Los cambios
laborales son permanentes. Y progresivos. La protección a los trabajadores va a
continuar exigiendo mejoras. El Gobierno, como siempre, las va a encarar en la
misma dirección que viene llevando, con gestión y acciones concretas. Y a
través de leyes, decretos, resoluciones o de las normas que sean necesarias
para alcanzar el empleo seguro."